Así califica Jesús a la gente que le sigue y, a su vez se declara a sí mismo como pastor enviado por Dios para reunir y cuidar amorosamente a su pueblo.
Por él debe agotarse y darse hasta el extremo, incluso sin poder descansar.
Jesús se entregará a sí mismo hasta el extremo en la Cruz.
Esto contrasta con los malos pastores que Jeremías denuncia con duras palabras al principio de su oráculo , en la primera lectura.
Jesús realizará el designio de Dios , como » vástago legitimo de David» que reúne las ovejas dispersas.
Con razón el Salmo no puede ser otro sino el célebre » El Señor es mi pastor, nada me falta»
Si con Él, el Señor, nada le falta , con Él lo tiene todo.
(Calendario-Directorio del Año Liturgico 2024, Liturgia Fovenda p.336)